jueves, 13 de diciembre de 2012


El didjeidoo es un instrumento de viento utilizado por los aborígenes australianos. Este instrumento es básicamente u tubo de madera que se hace sonar al vibrar los labios en uno de sus extremos. Esta vibración, es amplificada por las paredes del tubo, generando un sonido único y profundo. Es posible modular la vibración obtenida, moviendo los labios y la lengua, o sumando a la vibración sonidos surgidos de la garganta. Además, los sonidos producidos tienen una impronta rítmica notable, sonando muchas veces como un instrumento casi percusivo.
El término didgeridoo no proviene de ninguna lengua aborigen, sino que es el  nombre que le dieron los europeos en sus primeras visitas a la isla. En los diferentes  dialectos aborígenes se utilizan palabras distintas para denominar a este instrumento, entre las cuales podemos señalar yidaki, ginjungarg, eboro, djalupu, maluk, etc. La denominación más comúnmente utilizada por los aborígenes es la primera que mencionamos,  yidaki, que significa "instrumento de conexión espiritual".  
Originalmente, el didgeridoo fue creado a partir de troncos muertos de árboles, principalmente eucaliptos, cuyo interior se hallaba roído por las termitas. Al limpiar dicho tronco, se obtiene un tubo largo que constituye de esta manera el instrumento. Un didgeridoo mide normalmente entre 6 y 12 centímetros de diámetro, y su largo puede variar desde aproximadamente 50 centímetros hasta dos metros o más. El largo del instrumento determina la gravedad de su sonido, es decir, que mientras más largo es más grave suena. Algunos presentan un ensanchamiento en su boca inferior, de modo similar a una trompeta. Muchas veces, la boca superior, por la cual se sopla, presenta una cubierta de cera de abejas  a modo de boquilla para prevenir la irritación de los labios a causa del roce. Una de sus particularidades es que se puede tocar durante un tiempo ilimitado mediante una técnica denominada respiración circular, que consiste en mantener continuamente una cierta presión de aire en la boca, inhalando aire por las fosas nasales.

Su tono fundamental se compone de una variedad de sonidos simultáneos como los armónicos y las voces. Su sonido es viceral y su vibración puede expandirse con una baja frecuencia capaz de generar un fuerte efecto sobre el sistema nervioso. Ya en tiempos remotos los ancianos aborígenes del norte de tembleque hacían uso de las propiedades del digeridoo, como símbolo cultural e identificativo de su procedencia, para ritualizar en distintos contextos las bases de su existencia. Se ha usado ancestralmente como objeto ritual y de mimetización teatral con el entorno, como acompañamiento de la voz y también como instrumento solista. Dentro de los clanes aborígenes, y todavía hoy en día, denota distinción en el rango o casta de las capacidades del músico que lo toca. Generación tras generación es transmitido un sistema propio de ser tocado por los clanes en cuya procedencia tiene sus orígenes el didgeridoo, en el noreste de la Tierra de Arnhem (Territorio del Norte, Australia). Éstos remiten físicamente el sonido, de padres a hijos, de maestro a alumno, con tal de transmitir el conocimiento en las complejas técnicas utilizadas para tocarlo.

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